miércoles, 7 de agosto de 2013

Fantastic us

El mundo nos sonreía. Las olas golpeaban contra las rocas de una manera diferente, o así lo quería imaginar yo. Notaba la brisa pasar cuidadosamente cerca de mis oídos, y la notaba bruscamente al cerrar los ojos. Un olor intenso pero que pasaba desapercibido recorría la zona. Y es que a mí siempre me ha enamorado el olor a Pipa. Elegí buen momento para no meterme en el agua a jugar con las olas. Me pase un buen rato mirando al cielo frunciendo el ceño, apoyada sobre mis brazos mientras el sol intentaba ponerme morena inútilmente. Bajé la mirada para ver la gente bañándose en el mar, y ahí estaban, haciendo el garrulo para variar. Me quede con eso, no participaba en ese momento pero me encantó verlas jugando como niñas sin importar quien las miraba en ese preciso momento.Y lo que me gusta inmortalizar esos momentos, congelarlos, fotografiarlos en mi mente, imborrables. Inmortales. Las observaba con una sonrisa de oreja oreja, la misma con la que se estaban divirtiendo ellas. No las quiero perder nunca pensaba. Y siempre me he preguntado si existía algo mejor que esos pequeños detalles. Qué grande es la amistad joder...

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